Gregorio Vélez |
Biografías Salteñas |
Estudió en el Colegio Nacional de Salta, en el Colegio Nacional de Santiago del Estero y en el Colegio Militar, de donde egresó con el grado de alférez en 1885.
Entre 1891 y 1895 sirvió la frontera contra los indígenas de la región chaqueña sobre el río Pilcomayo. Posteriormente fue jefe del Regimiento de Artillería Número 1, al frente del cual participó en la represión de la revolución radical de 1905. Fue luego jefe de una Brigada del Ejército y posteriormente Jefe de la Cuarta División.
Fue nombrado Ministro de Guerra de la Nación por el presidente Roque Sáenz Peña al asumir su mandato, en 1910. Se preocupó por el equipamiento del Ejército Argentino1 y fundó la Escuela de Aviación Militar en El Palomar, por decreto del 10 de agosto de 1912. El día de la inauguración de la Escuela acompañó al profesor Paillette en el vuelo inaugural, en una demostración de valor inusual para un funcionario de tan alto rango.
Inauguró el monumento al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria, en Mendoza.
Tras el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930, después de un breve interinato, el dictador José Félix Uriburu lo nombró Gobernador de su provincia natal. Llevó adelante un mandato signado por el nacionalismo católico aristocrático; en todas las oficinas públicas se colocó un cartel:
Dios, Hogar y Patria. Hermosa trilogía cuyos frutos son progreso, paz y fraternidad entre las naciones.
En los años siguientes fue senador provincial en Salta y luego se radicó en Buenos Aires. Falleció en la capital de la República en el año 1949.El Golpe de 1930 en Salta
En 1930, el golpe de estado, encabezado por el general salteño, don José Félix Uriburu, a sólo catorce años de haberse iniciado la experiencia democrática, la suprimió y restauró el dominio conservador con un nuevo e inquietante ingrediente: el nacionalismo aristocrático-católico. El conocido historiador Zanatta dice:"El idilio asumió acentos enfáticos durante la visita de Uriburu, impregnada de religión y nacionalismo, a las provincias del Noroeste Argentino. La identidad entre Iglesia y Nación fue reforzada obsesivamente y la tradición nacional fue invocada como testimonio. Así ocurrió en Salta, durante un Te Deum en la Catedral.
A poco del golpe de 1930, asume como interventor federal en Salta el general Gregorio Vélez. Es así como se inicia en 1930 el proceso de golpes militares que sirvieron para suprimir la vida política y reemplazarla por sistemas autoritarios. La población fue objeto de un constante adoctrinamiento donde liberalismo, democracia y participación política de las masas, eran vistas como cuestiones caóticas y peligrosas.
Una de las formas que tomó este adoctrinamiento fueron los austeros carteles colocados en oficinas, escuelas y colegios confesionales con la leyenda: "Dios, Hogar y Patria. Hermosa trilogía cuyos frutos son progreso, paz y fraternidad entre las naciones".
En Salta, el giro político-ideológico, fue vivido por los grupos dominantes, como un regreso a la Arcadia soñada donde una elite sabia tomaba las decisiones de importancia en nombre de una masa sumisa y obediente. Creyeron aliviados que se trataba del fin de las ideas liberales y del Partido Radical causante de la deserción de jóvenes inquietos de las filas de los sectores tradicionales.
El golpe del '30 fue vivido por las mayorías, como el retorno de señores autoritarios, comerciantes ávidos, fraude electoral, leyes injustas y, para quien se atreviera a la protesta, represión despiadada. La ideología impuesta con el golpe aunó en las filas opositoras a militantes radicales provenientes de familias de comerciantes, profesionales, obreros, estudiantes y hasta algunos campesinos que se jugaron a pesar de la coacción
Extraído del libro: http://www.portaldesalta.gov.ar/libros/histosalta.htm