Juan Francisco de Pestaña y Chamucero |
Por: José de Guardia de Ponté
Nace en San Andrés de Cadeira - Redondela (Pontevedra) en el año de 1710. Sus padres fueron Blas Pestaña y de Llamas y Juana Chamucero de León. Inició su carrera como marino aunque luego se transfirió al ejército terrestre.
El 2 de Mayo de 1752 es nombrado para el cargo de Gobernador del Tucumán con el grado de brigadier. Toma posesión de la Gobernación y Capitanía General del Tucumán en la ciudad de Jujuy el 16 de noviembre de 1752. La provincia en esos momentos planteaba diversos problemas.
Sus primeros esfuerzos son en restablecer el orden y la paz en la región especialmente en Catamarca. Segundo Antonio Zinny en su libro "Gobernadores de las provincias argentinas", Tomo II, Buenos Aires, 1880, nos dice: tan pronto entra a la ciudad de Salta expide un indulto general, con la sola excepción de tres reos que se encontraban presos en el fuerte del Valle, aunque más tarde fueron admistiados. Luego el Gobernador se dedica con ahínco a la pacificación de Catamarca que en ese momento se encontraba en rebeldía con la corona. De Salta, Pestaña se traslada San Miguel de Tucumán, donde recibe una carta del Dr.Villafañe, asegurándole el arrepentimiento de población catamarqueña.
Pestaña a fin de lograr el éxito en su misión decide actuar de manera pacífica y comprensiva con los ciudadanos de Catamarca.. En 1755 entra en la ciudad no como un invasor sino como un simple magistrado dispuesto a dirimir los problemas existentes. Los ciudadanos en vista de tan notable como inesperado actuar lo reciben con pacífico acatamiento y deponen su actitud de rebeldía. Pestaña llama un cabildo abierto para conocer las causas que motivaron la revuelta y al ver que existían causas fundadas extiende un perdón general.
Solucionado este problema Pestaña decidió proseguir la pacificación de La Rioja y Córdoba que vivían alteradas por tantos años de guerras continuas con las naciones indígenas. Este Gobernador adoptó varias medidas de gobierno de índole popular, por lo que se ganó el respeto de los pobladores. Entre esas medidas podemos citar la creación del cargo de alcaldes electivos que se desempeñarían como jueces en primera instancia en juicios ordinarios, logrando de esta manera una recta y distributiva administración de la Justicia.
Luego implementó severas medidas contra el juego. Según el historiador Sierra, en su libro "Historia de Argentina" Tomo II, El juego era la tragedia de los vecinos tanto en Buenos Aires cómo en el Tucumán, donde era visible la relajación moral de aquellos produciendo constantes pleitos, riñas y muertes. Y al no existir ninguna ley que lo regule o prohiba los aldeanos se encontraban indefensos.
En 1757 Pestaña es elegido para presidir la Real Audiencia de Charcas siendo además autorizado por el Virrey Conde de Superunda, para designar a su sucesor interino en el gobierno del Tucumán. En agosto de ese año Pestaña nombra a José de Cabrera, quien luego sería suplantado por Dn. Joaquín Espinoza y Dávalos dos meses después.