JOSE DE CABRERA |
Por: Andres Mendieta
Mientras se desempeñaba como gobernador del Tucumán Juan Antonio Pestaña y Chumacero fue nombrado presidente de la Real Audiencia de Charcas -una de las instituciones más importantes del buen gobierno español en América- durante el reinado de Fernando VI, de la casa de Borbón.
El mandatario saliente fue autorizado por el virrey del Perú José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda, para que designara interinamente a quien gobernara el Tucumán.
Juan Francisco de Pestaña Chamucero cumpliendo el mandato nombró a José Cabrera, salteño, quien se hizo cargo de sus funciones el 22 de agosto de 1757.
Ya sea por el escaso tiempo que gobernó Salta quedó en la historia como inoperante pero "suficiente para que obtuviera una provisión del virrey Manso de Velasco (1 de marzo de 1758) ordenando le fueran guardados los
fueros y privilegios que le competían por haber sido gobernador y capitán general de la provincia; con lo que el hombre se consideró bien pagado", según lo refleja el prestigioso historiador Vicente D. Sierra en su "Historia de la Argentina - Fin del régimen de gobernadores y creación del Virreinato del Río de la Plata (1700-1800)".
Joaquín de Espinosa y Dávalos, criollo, natural de Lima, sucedió a José Cabrera a partir del 10 de febrero de 1758.