Por Gustavo Flores Montalbetti
El Acta de Nacimiento claramente dice Gertrudes. Nació el 9 de abril de 1780 en la ciudad de Salta, y en el acta se aclara que fue bautizada el día 25.
Era hija del Dr. Joseph de Medeiros y de Jerónima Martínez de Iriarte. "Provenía de una familia de neto corte realista, dado que su padre, el Dr. de Medeiros actuó como funcionario del imperio español en diferentes cargos y ante una especial situación de inestabilidad política, en 1807 fue designado gobernador interino de Salta (...), (...) Joseph de Medeiros, fue un funcionario real que como tantos en el siglo XVIII desarrolló toda una carrera al servicio de la Corona. Su desempeño en Salta estuvo teñido por un sinfín de conflictos que lo enfrentaron a parte de la elite local con representación en el cabildo y en la iglesia, protagonistas en muchos casos de la actividad comercial (...)"
Lo expresado en el párrafo que antecede, no deja lugar a dudas de la inclinación política que existía en el seno familiar y en el círculo social en que estaba inserta, lo cuál resulta un punto meritorio para Gertrudes, quizás habiendo sido testigo de situaciones que la llevaron a abrazar profundamente los principios fundamentales del movimiento que impulsaría la causa patriótica.
A los 19 años de casó con Juan José Fernández Cornejo, por entonces comandante de las milicias N°5 de caballería de La Viña (Betania) y luego coronel del fuerte principal de Río del Valle en la frontera del Gran Chaco. Durante los años de 1.798 y 99, Juan José escribió un diario mientras fue coronel del Fuerte del Río del Valle, haciendo la llamadas "entradas o corridas pacificadoras" contra las parcialidades nativas que habitaban los alrededores de los ríos Juramento, Cianca, del Valle y Dorado. Todo lo acontecido en aquél entonces quedó plasmado en un expediente que consta de casi cien (100) carillas. Aunque algunos relatos son realmente espeluznantes por los actos de los dos bandos, el mismo es un documento único que refleja hechos hasta ahora poco conocidos.
Luego el matrimonio se radicó en la Hacienda de la Concepción del Campo Santo (hoy finca La Población) y tuvieron dos hijas, Juana Josefa (1805) y Juana Manuela (1808). Enviudó en diciembre de 1811, y a pesar de ello continuó realizando contribuciones a la causa patriótica en plena revolución. Así comenzó a brindar abiertamente su apoyo incondicional a todo lo manifiesto en contra de las intenciones de continuar bajo el yugo monárquico, principal motivo por el que en alguna medida tanto sus relaciones familiares como las del estrecho círculo de amistades que frecuentaba, hicieron que fuese el centro de constantes persecuciones, y de que la mantuvieron distanciada y difamándola hasta el fin de sus días.
Por ello fue prisionera de los realistas en dos oportunidades; la primera vez en la ciudad de Salta en días previos a la memorable batalla, y liberada luego por el general Belgrano. La otra se refiere a que, estando en su hacienda del Campo Santo, en los primeros meses de 1814 un batallón enemigo al mando de Marquiegui atacó y la tomó prisionera, luego amarrada durante toda la noche al algarrobo de la plaza (declarado Árbol Histórico Nacional) . Para demostrar lo que sucedía y escarmentar a quienes colaboraban con las tropas patriotas, al día siguiente la llevaron caminando descalza hasta la ciudad de Jujuy “Llegó como lo deseaban sus verdugos, jadeante de fatiga y con los pies destrozados, pero para rabia y vergüenza de ellos, arrogante y altiva de espíritu como la causa que abrazaba”.
Permaneció prisionera hasta 1817 y fue liberada por las tropas de don Martín Miguel Güemes cuando obligaron a los realistas a desalojar la ciudad y retirarse al Alto Perú. Gertrudis regresó a Salta y con sus dos hijas viajó para radicarse en su Hacienda de Zárate (Trancas – Tucumán; de la que había heredado la mitad y su esposo Juan José adquirió la restante).
Desconocemos si Gertrudes a la muerte del coronel, estaba embarazada de Faustina, la tercera de sus hijas. Posteriormente tuvo dos hijas más, Juana y Salomé; todas reconocidas con el apellido Fernández Cornejo.
En el año 1820, Juana Josefa formó matrimonio con el general Alejandro Heredia (que fue gobernador de Tucumán) y poco más tarde, Juana Manuela hizo lo propio con el hermano, Felipe Heredia (gobernador de Salta).
Toda la bibliografía que menciona a María Gertrudis Medeiros, concluye en decir que murió pobre y sola y recluida en su hacienda de Zárate. En realidad, las cosas fueron de otro modo y tal vez, como burla del destino, al día de hoy no conocemos el paradero de sus restos. Gertrudes siempre dispuso de recursos, hay varias escrituras de venta a su nombre, y en 1839 vendió la Hacienda de la Concepción del Campo Santo. Con total seguridad, afirmo que la señora Gertrudes llegó a cumplir 67 años; una edad avanzada para la época; y que entonces tuvo que hacerse cargo de la crianza de una nieta adoptiva.
En el testamento de su hija Juana Manuela, dictado a Escribano Público en su lecho de enferma el 17 de junio de 1846 una semana antes de su muerte, dejó valiosos testimonios en que expresa su intención de "ser sepultada bajo de la lápida en donde está sepultado mi Señor Padre al pie del altar del Rosario en la Catedral; pues no pudiendo tener efecto esta solicitud, se sepultará en la Iglesia de la Merced (…), (…) declaro que soy casada según (...) con el General Don Felipe Heredia, de cuyo matrimonio tuvimos por nuestros hijos legítimos a Washington, Rafael Napoleón, Florinda Catalina, Felipe Cruz y Josefa Manuela, todos los cuales fallecieron en su minoridad (…), (…) declaro que he criado una niñita que me fue dada por mano del Dr. José Luis Sagarrazu, llamada María Mercedes del Carmen y se halla al presente de edad como de once meses y que he adoptado por hija, en cuya atención y de la expresa, libre y espontánea que me ha manifestado mi relatada señora madre doña Gertrudis Medeiros, la elijo y nombro tutora y curadora de la precitada mi hija adoptiva (…)
Doña Gertrudis nunca tuvo grado militar, como algunos pretenden, pero sí el reconocimiento escrito de los generales Belgrano, Güemes, Saavedra, Rondeau y Díaz Vélez, entre otras personalidades de la época.
Al día de hoy llevo recopilados y registrados más de 120 documentos sobre Gertrudes, su esposo, su padre, su hermano y sus hijas. Uno de mis próximos libros es "Gertrudes Documentada"
Gustavo Flores Montalbetti
Investigador en Arqueología e Historia, Revisionista
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