Durante el año que duró su gobierno (22/04/76 a 19/04/77) se cometieron en la
provincia la mayor parte de las desapariciones de personas y la llamda masacre de
Palomitas.
El primer día del golpe de estado del 76 se detuvo en la capital Salteña a setenta
personas y a otras cincuenta y siete solo en Tartagal y en todos los departamentos
provinciales.
El Proceso de Reorganización Nacional tuvo una política cultural y educativa en
sintonía con su política represiva de guerra por “considerar al sector educativo como
un campo apto para el florecimiento de la subversión”
.
El ministro Bruera sostenía que “la libertad tiene como precio el previo
establecimiento del orden y postulaba una modernización educativa donde primaran el
conductismo y la tecnocratización del sistema educativo”, “exaltaba la personalización de
la enseñanza y prometía la libertad para después de la limpieza ideológica de los
establecimientos educativos”
.
En 1977 el Ministerio de Cultura y Educación queda a cargo del Profesor Juan José
Catalán, reemplazante de Bruera y emitió un folleto de 76 paginas que llevaba el título de "Subversión en el ámbito educativo (conozcamos a nuestro enemigo)".
En el se establecían las pautas represivas en materia de cultura y educación y se
conceptúan entre otras cosas, dos modelos de docentes, los “custodios de nuestra
soberanía ideológica” y los que “establecían vínculos pedagógicos con la subversión”
.
Juan Llerena Amadeo, militante de la derecha católica, sucede en el cargo a Catalán y
es quien sienta las bases para el neoliberalismo que vendría después en los 90 y quien
justifica el crudo autoritarismo como condición “sine qua non” para la libertad. “Sin Dios ni
moral no hay país posible”
solía decir.
Complementariamente el jefe del Ejército, Roberto Viola, elaboró una serie de
instrucciones denominadas "Operación Claridad", con el fin de detectar y secuestrar
bibliografía considerada "marxista" e identificar a los docentes que aconsejaban "libros
subversivos". Esta política incluyó una estricta censura previa.
El gobierno militar creó un grupo especial encargado de controlar y censurar todo tipo
de producción científica, cultural, política o artística. La política de censura incluyó una
amplia acción de “quema de libros”.
Fuente: HABEAS CORPUS PARA LA EDUCACIÓN - Autores: Eduardo Alberto Heredia, Teresa Mercedes Morán