a actual Capilla del Colegio de Jesús se levantó sobre los cimientos de un oratorio construido en el siglo XVIII, que se encontraba en la residencia familiar de Doña Manuela de Cangas y Tineo. Toda la propiedad, ubicada a orillas del antiguo Tagarete de Tineo, fue donada con el fin de servir a la educación de niñas de bajos recursos.

Entre las imágenes que se reciben en la misma donación, se encuentra una de la Virgen del Rosario, que se veneró en el establecimiento educativo desde su fundación, una imagen de la Virgen de los Dolores y un precioso Niño Dios de la escuela Cuzqueña, el célebre "Toñito".

Con la autorización del Papa Pío IX, la antigua Capilla se abre a la comunidad en general y en ella se celebra año a año la festividad del Sagrado Corazón de Jesús.

1904, Año Jubilar en Honor a María Inmaculada, se inicia con serias dificultades económicas para la comunidad de las Hermanas Esclavas que habían asumido la conducción del establecimiento a partir de 1887.

Esta congregación había contraído deudas para la construcción de dos salones para alumnas externas , que no podían afrontar. La Rectora, Madre Tránsito Torres, recurrió al Congreso de la Nación, por medio del diputado José Evaristo Uriburu, para solicitar ayuda a fin de salir de las tribulaciones económicas.
La comunidad acudió a San José como intercesor para conseguir los fondos necesarios y en momentos en que se encontraba rezando una novena en su honor, llegó por correspondencia, un cheque por valor de $8.000. Este dinero se destinó al pago de las deudas existentes y contribuyó al fondo para la construcción de una nueva Capilla. La misma sería consagrada, como el oratorio anterior, en honor al Sagrado Corazón de Jesús, invocado como "Nuestro Amo" por la comunidad de las Hermanas Esclavas.

Consultado el Obispo de Salta, Monseñor Linares, sobre la intención de colocar la Piedra Fundamental el día 8 de diciembre de ese año, contestó que era una fecha muy próxima puesto que, era necesario realizar grandes demoliciones en la construcción antigua para iniciar las obras nuevas. La Madre Teresa Castellano, flamante rectora, quedó muy afligida y consternada. Sin embargo, el Obispo cedió ante sus deseos, ya que ésta le expuso una razón fundamental:
"La Piedra Basal de la nueva Capilla debía colocarse cualquier día de ese Año Jubilar en honor al quincuagésimo aniversario de la afirmación del dogma de la Inmaculada Concepción". Monseñor Linares dispuso la fecha para la ceremonia el 4 de diciembre de 1904.

Ese día se arregló todo el trayecto que marcaban los nuevos cimientos con arcos de flores y gallardetes azules y blancos, colores de la Inmaculada. En el sitio que debía ocupar el Altar Mayor, se colocó la primera Cruz que se hizo para la imagen del Señor del Milagro y que sacaron en procesión en la época de los grandes temblores de 1592, reliquia que había sido donada a las hermanas Carmelitas de este colegio y que actualmente se encuentra en la Catedral Basílica de Salta.
La Piedra Fundamental, obsequiada por el padre de una alumna del colegio, había sido consagrada para el Altar que perteneció a los padres Jesuitas. El Vicario Julián Toscano, por otra parte, obsequió una importante medalla de plata del pontífice Pío IX.

Un diario de la época describe el momento como "Importante" y a la concurrencia como muy numerosa. El obispo Diocesano, acompañado por varios miembros del Cabildo Eclesiástico y sacerdotes del clero regular y secular, bendijo la Piedra Fundamental y los cimientos de la nueva Capilla. Seguidamente, se firmó el Acta de Bendición por autoridades Civiles, Eclesiásticas y por la Madre General de la Congregación. Posteriormente, se echó sobre la Piedra Fundamental la primera cucharada de argamasa. La jornada culminó en los salones internos del colegio donde se realizó un agasajo.

La Capilla fue inaugurada en 1913 y su torre se construyó entre 1923 y 1.925. La misma fue dotada de un magnífico juego de campanas, complementando el frente una gradería de mármol y una artística reja de hierro.

 

Fuente: Archivo de la Curia Provincial