ació en Metán el 31 de agosto de 1887, cursó en Salta sus estudios primarios y en Tucumán los secundarios, recibiéndose de maestra a los 17 años. Su carrera docente la inició en Salta en la escuela Sarmiento. En esa oportunidad, muy joven por cierto, viajó a Europa, se impactó por la gran cantidad de personas no videntes a consecuencia de la Primera Guerra Mundial, por lo que estudió el Braille para permitirle oportunidades de educación a la infancia no vidente de su Provincia.
Su obra comenzó con un sacrificio muy grande, las clases fueron iniciadas en la escuela prestada en aquella época por Bernardino Rivadavia, de la cual era vicedirectora.
Con Sara Rodríguez Munizaga alquilaron luego con sus sueldos, una casa de alto en la calle Alberdi para darle Hogar a los Ciegos.
El gobernador Ricardo Durand, levantó el Hogar de Ciegos, que inauguró en 1955, lleva por resolución del gobierno el nombre de su fundadora y alma mater: Corina Lona. El edificio era adecuado para servir de Hogar-Escuela donde aprendían conocimientos generales y oficios manuales con que se sufragaban su manutención.
Falleció el 23 de enero de 1964. El edificio hoy lleva su nombre, el Club de Leones de Salta hizo emplazar a su entrada un busto recordatorio.
Dos escuelas llevan su nombre, una en Orán y otra en Metán.
Doña Corina Lona
Por Ricardo Federico Mena
Fue doña Corina Lona educadora y benefactora, nacida en Metán (Salta) el 21 de Agosto de 1887. Fueron sus padres don Enrique Lona y doña Petrona Sierra, siendo sus antepasados fundadores de esta ciudad. Sus abuelos paternos fueron don Ferdinand Lona y doña Marie Iacome, franceses y los maternos don Guillermo Sierra y doña Inés Saravia. Su bisabuelo, don José Manuel Saravia fue el último gobernador de Salta en la época de Rosas y su bisabuela doña Tránsito de la Torre era hija del General La Torre.
Cursó sus primera letras en la escuela Domingo Faustino Sarmiento de la ciudad de Salta, trasladándose luego a la vecina ciudad de Tucumán, donde cursó la Escuela de Profesores Domingo Faustino Sarmiento, adscripta a la Universidad Nacional de Tucumán, donde obtuvo el título de maestra a los 17 años. Curiosamente comenzó a desempeñar su magisterio en la misma escuela donde aprendió las primeras letras. Trabajó posteriormente en la escuela Bernardino Rivadavia hasta su jubilación en 1937.
Durante un viaje realizado a Europa, recorriendo países como Francia y España, conoce el drama de la ceguera causada por la guerra. Esta realidad condicionó su vida futura, pues comenzó a visitar institutos especializados en técnicas de enseñanza para los no videntes, como asimismo las técnicas de su conducción.
Fue en Buenos Aires donde aprendió el sistema Braille, abocándose de inmediato a la tarea de educar a niños ciegos, en la propia escuela donde trabajaba, haciendo este apostolado en sus horas de descanso. La tarea de educación formal se inició el 21 de abril de 1930, para lo cual fundó la Escuela de Ciegos, que funcionara inicialmente en la calle Alberdi 314, que contaba con mínimas comodidades, y pagando el alquiler con su propio peculio. En el año 1953, la familia Durán, dona un terreno en las estribaciones del cerro San Bernardo, inaugurándose recién en 1954.
Las necesidades eran crecientes, como así también el alumnado, viéndose obligada a solicitar el apoyo oficial, concretado al construirse un edificio apropiado para tal fin, en la gestión del Gobernador Don Ricardo Durán.
La sociedad del Círculo de la ciudad de Salta, le brindó un emotivo homenaje ameritando su labor humanitaria en el Teatro Victoria de esta ciudad, recibiendo una medalla de oro en las que se grabaron las palabras del poeta Manuel J. Castilla diciendo: “LA LUZ QUE HAS BUSCADO TE HA ACERCADO A DIOS”
En la Revista “Hacia la Luz” escribe por el año 1954, su Director don Manuel Laurora en estos términos:
(…) “El nombre de Corina Lona está ya inscripto con letras áureas en el historial de la beneficencia y el humanismo salteño. Su obra surgió hace más de un cuarto de siglo, con la humildad de las obras que surgen destinadas a perpetuarse indefinidamente. ¿Dificultades? , enormes y prácticamente insalvables fueron sólo sorteadas a fuerza de amor, de abnegación y sacrificios incontables. Nada había y todo estaba por hacer. Hasta hubo que vencer la indiferencia del ambiente. Por disposición de Gobernador Durán la escuela de Ciegos pasaría a llamarse “Corina Lona”, en homenaje a la abnegada docente salteña. Desde entonces el gobierno destina una partida de dinero para subvencionar los talleres y los profesores del mencionado establecimiento. Doña Corina Lona falleció el 23 de enero de 1964 en el mismo establecimiento que creara, existiendo en la actualidad un busto recordatorio en su entrada. El gobierno decretó honores fúnebres con motivo de su fallecimiento y, en su ciudad natal (Metán) existen dos establecimientos que llevan su nombre.
El nombre de Corina Lona constituye uno de los paradigmas a imitar por las juventudes que nos suceden.
Fuente de investigación: “Mujeres Salteñas” de Roberto G. Vitry – Editorial Hanne-2000