édico. Nació en la ciudad de Salta y fue bautizado el 20 de febrero de 1782, hijo del licenciado Juan Bautista Castellanos –una de las primeras figuras por su significación y alcurnia– y de su tercera esposa doña Juana Francisca Saravia y Aguirre. Presúmese que a la muerte de su medio hermano mayor y homónimo, adoptó solamente el nombre de Antonio, suprimiéndose el de Juan por el cual se originó la confusión, y se le viene designando después de 1830, con el nombre de Castellanos Saravia, para distinguirlo de los otros. Cursó estudios en su ciudad natal, y luego pasó a Buenos Aires donde ingresó a la Escuela de Medicina recién fundada. Desde 1802 estaba incorporado al ejército voluntario. Era aún alumno cuando se produjeron las primeras invasiones inglesas. El 1 de diciembre de 1806, fue autorizado por el Protomedicato para servir como Cirujano 1° en el Batallón 5° Voluntario Urbano de Cataluña. Prestó servicios sin sueldo en las costas de Buenos Aires y en la Banda Oriental. Dos años después resultó unánimemente aprobado en los exámenes rendidos en dicha Escuela, por los doctores Miguel Gorman, Agustín Eusebio Fabre y Cosme Argerich, quienes le expidieron el correspondiente título de doctor en medicina y cirugía, el 14 de septiembre de 1808. Producida la Revolución de Mayo se incorporó al Ejército del Norte, en calidad de teniente. En 1811, fue llamado por el brigadier don Antonio González Balcarce para encargarle el Hospital del Norte. Sirvió a las órdenes de Pueyrredón y Belgrano, siendo designado Cirujano Mayor del Ejército del Norte el 19 de enero de 1812. Luego de la acción de Tucumán, cooperó en la organización de cuatro hospitales de sangre, y en la Batalla de Salta, no obstante estar enfermo, atendió el Hospital de Sangre. Se halló también en Vicapugio y Ayohuma, y en 1815, Rondeau lo designó encargado del Hospital Militar. Por su mala salud, pidió la baja en el empleo en la sanidad castrense, y regresó a Salta, donde se dedicó a la medicina. En 1849, colaboró con Güemes, y era cirujano mayor y físico de su ejército. El término “físico” alude a médico principal. Intervino en el grupo de la llamada “Patria Nueva”, que después combatió al –general Güemes en su política interna, quien lo tomó preso. En 1821, contrajo matrimonio con doña Dominga de Plazaola y Saravia prima de la esposa de su medio hermano, en Rosario de Lerma. A pesar de ser opositor, fue el médico de cabecera de Güemes con el doctor Redhead, y lo atendió en su lecho de enfermo, a raíz de la fatal herida que lo condujo al sepulcro. Joaquín Castellanos en su Güemes ante la historia, dice que ambos médicos atendieron, al ilustre colaborador de los planes sanmartinianos, y que si bien el último, conocía la inutilidad de sus esfuerzos “alentaba al general, dándoselas”. Castellanos le prestó solícitos cuidados, llegando hasta beber de las propias drogas que le recetaba a su enfermo, con el fin de evitar posibles suspicacias entre los gauchos y amigos que acompañaban al paladín de la guerra. Muerto Güemes víctima de la gangrena, el médico se retiró de la militancia política, consagrándose por entero al ejercicio de la profesión entre los pobres. Bernardo Frías en su Historia del General Güemes…(tV), se refiere sin mencionar documento alguno a la actitud insólita de Castellanos frente a la muerte de aquel, hecho que discrepa totalmente con el decreto del 14 de noviembre de 1822, suscripto por el doctor José Ignacio de Gorriti en el que otorgó al facultativo el título de “Benemérito de la Provincia de Salta”, destacando “la forma abnegada, leal y generosa con la que prestó sus servicios en los últimos días de vida que subsistió el extraordinario patriota general coronel mayor don Martín Güemes, realizando sobrehumanos esfuerzos para mitigar sus dolores, y para hacerle más llevadera su conmovedora agonía espiritual”. Después inició en Salta la fundación de un hospital. Durante la ausencia del doctor Redhead, actuó en esa ciudad como único facultativo por espacio de varios años. Como higienista propició la vacunación en Salta, durante el gobierno del general doctor José Ignacio de Gorriti. Al mismo tiempo, proyectó el aislamiento de los leprosos y organizó la “Casa de los Orates” de la ciudad. En 1827, el presidente Rivadavia le confirió el empleo de Cirujano del Regimiento N° 14 de Caballería de Línea, que mandó crear en la Provincia de Salta, en cuyas filas sirvió en la guerra con el Brasil. Médico de confianza, asistió en la última enfermedad y muerte de Arenales, en Moraya. Amigo de la instrucción pública, planeó las bases para instalar un Colegio de Enseñanza Superior en la Provincia. El 6 de julio de 1831, intervino en la Fundación de la Sociedad Protectora de la Educación Pública, denominada de la Libertad. En el seno de la misma, presentó un proyecto promoviendo un mejor sistema en la Juventud. Después vivió temporariamente en Buenos Aires, y luego regresó a Salta. Varias veces se desempeñó en la Sala de Representantes y ocupó la presidencia de la misma. Continuó en esa ciudad su filantrópica actuación hasta que enfermó de gripe, fue llamado a altas horas de la noche para atender a los heridos de una revolución. De esas resultas contrajo una neumonía, y luego de una larga enfermedad, murió en Salta, el 11 de mayo de 1838 a los 57 años de edad. Con motivo de su óbito, apareció un elogio fúnebre titulado Necrología del Dr. Antonio Castellanos, sin nombre de autor ni pie de imprenta. Tratase de un impreso clandestino en color azul y de procedencia unitaria. En el se detallan las virtudes morales del occiso y la protección que prestó al joven Olegario Ojeda muerto tempranamente a quién había adoptado como hijo. Fue un virtuoso ciudadano, probo y buen conversador.