Historia de Salta y del Norte Argentino

JOSÉ VICENTE CAMARGO

Por Gustavo Flores Montalbetti

Un gran luchador de la Independencia de América

Nació en la localidad de Moro Moro, Potosí. Se erigió en líder de su comunidad en la participación de los pueblos del Alto Perú durante la Guerra de la Independencia del entonces Virreinato del Río de La Plata. Estuvo muy relacionado con Manuel Padilla y Juana Asurdui dando valiosos auxilios al General Belgrano al mando del Ejército Auxiliar del Alto Perú. Tanto los nombrados como varios otros líderes comunales, lucharon por extirpar de nuestra tierra el yugo español impuesto. Oliveira César escribió: “Las partidas de montoneros que acaudillaba el comandante Camargo en Cinti y alrededores no habían cesado en este intervalo de hostilizar al enemigo, llevándole sorpresas y golpes audaces, muchas veces de importancia. Los realistas situados en Vichacta y Quiraipu, como todo lugar por el que pasaban o se asentaban, trataban por todos los medios de proveerse haciendas y caballadas, se vieron asaltados una noche en sus campamentos por numerosas tropas de potros y yeguas alzadas que traían atados a la cola grandes mazos de paja y rama encendida, esparciendo el fuego y el espanto por los sitios que cruzaban. La guardia de Vichacta en medio del incendio y la sorpresa, fue pasada a cuchillo aquella noche por las legiones de Camargo, ocurriendo cosa análoga con la de Quiroga, lo que obligó a Pezuela a enviar nuevas tropas para guarnecer esos lugares. Apercibido el general Manuel Belgrano de la conveniencia que había en mantener activa la insurrección de esas provincias y ayudar en lo posible á los jefes que tan eficazmente obstaculizaban la acción de los realistas impidiéndoles marchar hacia el Sur, destacó en protección de Camargo (...), (...) Los patriotas, en lucha regular, no hubiesen podido resistir a aquellas fuerzas; pero, siguiendo su táctica especial, rodearon desde los bosques y en partidas volantes el campamento español. Tomaron posesión de las alturas, de los sitios estratégicos que quedaban sobre los caminos, y desde allí apenas se separaba una partida, le cortaban la retirada y cargaban sobre ella haciendo funcionar las boleadoras y los lazos. En Inca-Huasi (Casa del Inca) dentro de la sierra de Santa Elena, fueron batidos los realistas por las tropas de Camargo y Lamadrid. El choque fue violento y de funestos resultados para los contrarios, solo escaparon ciento ochenta de a caballo que lograron sujetar su fuga en Cotagaita. Da idea de aquel ataque el siguiente párrafo tomado del parte oficial : "La pérdida fue horrorosa para ellos en tan trabajosas jornadas, pues los naturales al mando del digno Comandante Camargo, trepando a uno y otro cerro de los costados por cuyo pie debían pasar precisamente, descolgaban galgas sobre ellos, derrumbaban peñascos, los alcanzaban con sus hondas y aseguraban todos sus golpes en los despeñaderos ásperos y peligrosos, en tanto que nuestra caballería, picándoles la retaguardia, los sableaba a discreción e impunemente" (...), (...) Los españoles entraron a ocuparse entonces de dar un golpe a Camargo, y reuniendo tres mil hombres en un momento en que el prestigioso caudillo ocupaba la población de Cinti, le establecieron un sitio, que éste pudo burlar dejándoles la villa y dividiendo en partidas su tropa, perseguida hasta las sierras de Culpina, donde tomaron la ofensiva por medio de la táctica especial de las pequeñas agrupaciones. Fatigadas las tropas de Olarría y Centeno (realistas), resolvieron éstos comprar con oro dos traidores que los pusiesen en posesión de la cabeza del infatigable guerrillero. Este plan les dio buen resultado. Centeno, con una partida de sus hombres, fue guiado por los traidores en una noche de luna, hasta el bosquecillo donde Camargo con sus ayudantes, descansaba de sus penosas correrías. Apenas tuvieron tiempo los patriotas para iniciar con bravura la defensa de sus personas, valiéndose de las espadas. Camargo, herido, cayó sobre el terreno y fue degollado por mano del comandante realista; su cabeza, como la de Manuel Padilla expuesta en Chuquisaca y Cinti, colocada en una pica en el centro de la plaza, pretendiéndose con este acto, escarmentar e un pueblo que luchaba heroicamente por libertarse de tan pesado yugo (...)" José Vicente Camargo fue asesinado el 3 de abril de 1816.

 

Gustavo Flores Montalbetti
Investigador en Arqueología e Historia, Revisionista

 

 

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