LOS AZTECAS |
LOS CONQUISTADORES
abiendo
atravesado las llanuras septentrionales de México, donde, al contacto
con las civilizaciones autóctonas, conocieron el cultivo del maíz,
los aztecas prosiguieron su marcha hacia la Tula de los toltecas. Una gran parte
de los aztecas quiso establecerse en esta región, pero su dios, Huitzilipochtli,
hizo
caer un diluvio sobre ellos. Los supervivientes del castigo divino reanudaron
la larga marcha, hasta el día en que, sobre las altas mesetas, vieron,
en medio de una laguna, como les había predicho un oráculo, un
águila posada sobre un nopal (cacto), devorando una serpiente. El lugar
fue elegido para levantar, en 1325, Tenochtitlán - México.
La tribu de los aztecas, pequeña horda de cazadores nómadas, que llegó al valle de México se asentó en Chapultepec. Siendo expulsados de la zona por los culhuas, huyeron por el lago Texcoco y en 1325 fundaron la ciudad.
El llamado período tepaneca, (1376 a 1396) se caracterizó por la sumisión de la tribu azteca al reino de Azcapotzalco. Varios soberanos se sucedieron durante la primera etapa de la historia azteca, y organizaron la vida sedentaria de su pueblo. Los dos primeros soberanos fueron Acamapichtli de (1376 - 1396) y Huitzilihuitl de (1396 - 1417), quienes mantuvieron relaciones amistosas con los tepanecas. El tercer soberano fue Chimalpopoca de (1417 - 1427), que fue asesinado por el usurpador Maxtla.
Al morir Chimalpopoca ocupó el poder Itzcoatl, de (1427 - 1440), gran político, quien ayudado, por Tlacaelel, gran reformador religioso, sentó las bases del imperio.En beneficio propio, condujo a su pueblo a una alianza que uniese a su reino, Texcoco, al este de la laguna, con Tlacopán, al oeste, y Tenochitlán, que había sido construida sobre las islas. Esta alianza fue cocluida con el fin de destruir a los habitantes de la poderosa ciudad de Azcapotzalco, que mantenía su soberanía sobre toda la región. Esta alianza acabó con los antiguos dueños de estos lugares; Acapotzalco fue transformada en un mercado de esclavos, y el azteca se convirtió en el jefe único de los pueblos de la región de México. Los sucesores de Itzcoatl, Moctezuma I (1440 - 1469) y su hijo Axayácatl, de (1469 - 1481) llevaron la guerra al oeste, contra los tarascos, pueblo de la costa del Pacífico, que había fundado el reino de Michoacán, y que ofrecía la particularidad de no tener ninguna similitud lingüística con los demás pueblos de las mesetas. Tizoc de (1481 - 1486), fue depuesto y asesinado por el propio consejo elector. Con Ahuitzotl , de (1486 - 1502) el imperio azteca alcanzó su máxima extensión: de Tamaulipas (en la Huasteca) a Acapulco, (en la costa del Pacífico) y hasta la actual Guatemala. Moctezuma Xocoyotzin , de (1502 - 1520) fue el último gran emperador azteca. A pesar de su sabiduría y de su capacidad militar, sus dudas religiosas le hicieron rendirse ante la escasa tropa española que desembarcó en las costas de Veracruz, manda por Cortés. Con su muerte el imperio entró en su fase final; el proceso culminaría el 28 de febrero de 1525, al ser ejecutado por los españoles Cuauhtémoc, el último soberano de Tenochtitlán
Sobre una base de uniones generalmente mongámicas y una estructura patrilineal, la tribu azteca estaba organizada en 20 calpullis y cuatro campn o barrios. El calpulli era una unidad compleja en que intervenían factores de parentesco y de organización política, territorial, militar y religiosa. Existía una clase dirigente noble, militar y sacerdotal, y una clase sometida compuesta por labradores, artesanos, comerciantes, arrendatarios y esclavos. La organización política interior era de carácter piramidal. El tlatoani o jefe supremo reunía poderes de carácter religioso, político, militar, jurídico, legislativo y fiscal. Su elección dependía de un consejo. Su vida estaba rodeada de un complicado ceremonial. El cihuacoatl tenía tanto poder como el tlatoani ( con el que componía la dualidad del poder). Los comerciantes sirvieron al mismo tiempo de espías y de embajadores ante los otros pueblos de México. Los aztecas vivieron en un estado de guerra continuo. Razones religiosas, económicas e históricas hicieron de la guerra un elemento esencial de su cultura (guerras florida).
La agricultura era la base de la vida azteca; el número de las especies cultivadas era abundante, pero el elemento esencial lo constituía el maíz. En contraste la ganadería era muy pobre, puesto que el número de animales domesticados era reducido (pavo y diversas especies de perros). Los aztecas que llegaron tardíamente al valle se vieron obligados a residir en las islas e idearon el procedimiento de las islas artificiales o chinanpas, que les permitió aumentar sus tierras de cultivo y hacer frente a la consecuencias de su crecimiento demográfico. La manufactura estaba en un estadio manual y artesanal primitivo. No existía moneda, pero los granos de cacao servían de ayuda en las operaciones de trueque.
La religión azteca era fundamentalmente politeísta, si bien entre las clases populares las ideas mágicas desempeñaban aún un gran papel, mientras en algunos círculos cultos, como la corte de Nezahualcoyotl de Texcoco se tendía hacia el monoteísmo. El complejo panteón azteca comprendía entre otros, los dioses siguientes:
Quetzalcóatl: dios civilizador, del viento, de la vida y del planeta Venus.
Tezcatlipoca: dios de los hechiceros, de los jóvenes guerreros, patrón de los Príncipes.
Huitzilopochtli: dios de la guerra y del sol.
Tlaloc: dios de la lluvia y del rayo, uno de los más generalmente adorados por los pueblos antiguos de México.
Coatlicue: diosa madre o de la tierra, una de las más importantes.
El ceremonial religioso era muy complicado y múltiple y se hallaban ligado al calendario. Los sacrificios eran igualmente muy variados: desde los autosacrificios, con espinas de maguey, o los de flores y animales, hasta los humanos. La antropología tenía siempre carácter ritual.
Los aztecas conocieron un complicado sistema de cómputo del tiempo; tenían un año ritual de 260 días (13 meses de 20 días), un año solar de 365 días (18 meses de 20 días, más un mes de cinco días, considerados aciagos). Cada 52 años coincidía el día primero de ambos calendarios, y este período, muy importante para ellos, venía a ser semejante al siglo occidental. Conocían también un año venusino, y la conjunción del primer día de los tres calendarios, cada 104 años, era asimismo muy celebrada. Poseían un sistema numérico que, como el de otros pueblos mesoamericanos (zapotecas, mixtecas, mayas), era de carácter vigesimal. Las cifras se representaban mediante puntos y rayas. Tuvieron una escritura de tipo jeroglífico, próxima al fonetismo; escribieron códices en papel de agave o en piel de ciervo. Estos códices (Bodley, Borbónico, Tonamatl Aubin, Magliabecchi, etc) consistían en simples ayudas para recordar los puntos esenciales de sus narraciones históricas, religiosas o científicas, que se transmitían oralmente en los calmecac (escuelas de nobles) y telpochcalli (escuelas de artesanos).
Se han conservado algunos fragmentos de poemas épicos y religiosos, canciones líricas, consejos morales, cuentos, etc. La mayor parte de la literatura azteca es anónima, pero en las cortes de Tenochitlán, Texcoco, Tlacopan, etc., brillaron grandes poetas como Netzahualcoyotl. La poesía lírica repite con insistencia el tema de la fugacidad de la vida. Los poemas épico - religiosos son de mayor importancia (Poema de Quetzalcóatl y el Nacimiento de Huitzilopochtli). Los textos de carácter histórico, que se conservan en mayor cantidad (Anales históricos de la nación mexicana, Historia de Tlatelolco o Anales de Cuauhtitlan), tienen a veces un carácter evidentemente poemático. Los Huehuetlatolli o "pláticas de los ancianos" son considerados tradicionalmente como el mejor ejemplo de prosa didáctica azteca.
El arte azteca que en principio fue producto de la amalgama de los estilos aportados por los artistas y artesanos de todo el imperio, llegó a adquirir características propias, especialmente en la escultura, que se distingue por su fuerza expresiva, su masividad, su austeridad y en ocasiones por un gran realismo.