Esta Iglesia tiene como Patrona a Nuestra Señora de la Candelaria, esta devoción se inicio en las primeras décadas del 1.600, cuando en la antigua hacienda de la Viña (Betania), la familia Fernández Pedrozo construía una humilde Capilla dedicada a la Virgen de la Candelaria, conocida en esa época como Virgen de la Viña. El 10 de Septiembre 1735 una invasión de aborígenes chaqueños asolo esta hacienda e incendio dicha Capilla, donde la Imagen de la Virgen sería acribillada a flechazos por un nativo e intento degollarla sin poder conserguirlo, emanando sangre de las herida de la Santa Madre. Una india que estaba observando esta situación y al ver el Niño de la Virgen rodar entre las llamas, seguramente acudiendo a su sentimiento de madre, tomo al Niño Dios y lo tuvo en su poder durante varios años. Luego de esta trágica noche la Imagen sería llevada a Salta Capital donde se conserva en la Iglesia de La Viña.

     Después de la destrucción de la primera capilla, en 1.782 Don Juan A. Fernández Cornejo construiría el actual templo (Campo Santo) dedicado a la Virgen de la Candelaria para continuar con esta devoción que se había interrumpido y desde entonces prevalece hasta la actualidad. Después de reiterados reclamos de los pobladores de Campo Santo para que la Imagen original vuelva a este pueblo, Cornejo hizo traer desde España la actual imagen.

     El 2 de Febrero de cada año se celebra las Fiestas Patronales de Campo Santo honrando a la Virgen de la Candelaria y en septiembre se conmemora el “Tradicional Milagrito Camposanteño” donde se le rinden culto al señor y Virgen del Milagro, patronos de Salta; esta fiesta se realiza una semana después de haberse llevado a cabo en Salta Capital (15 de setiembre).

     Esta Iglesia es particular por su historia y arquitectura, la nave principal se desarrolla con un sentido perspectivo hacia la hornacina donde se encuentra la Imagen de la Patrona, su diseño colonial, con gruesas paredes de adobe sumado al balcón de coro (interno) de madera y la puerta principal adintelada hacen de esta Iglesia una verdadera reliquia arquitectónica de las pocas que se preservan en Salta. También en esta Iglesia se conservan antiguas Imágenes y pinturas cuzqueñas que representan las estaciones del Vía Crusis, las mismas fueron realizadas por el Sacerdote peruano José Luis Cubas Flores.

    En esta Iglesia descansan los restos del implícito fundador de Campo Santo Don Juan Adrián F. Cornejo; posteriormente sería sepultado su hijo José Antonino Fernández Cornejo luego sus restos fueron trasladados al “Panteón de los Héroes” en la Catedral de Salta.