El proyecto de investigaciones arqueológicas de alta montaña en Argentina constituye una propuesta original y pionera, que abre un nuevo campo a la investigación arqueológica sistemática, expandiendo las fronteras de la Antropología y la Historia, hacia un entorno que cada día atrae más la curiosidad de la Biología, o la Geología, como es el de las altas cumbres andinas. Numerosas son las razones que hacen necesario y urgente el estudio científico de los santuarios incaicos de alta montaña en el Noroeste argentino:



    Se trata de los sitios arqueológicos más altos del mundo. Son absolutamente únicos en su tipo y privativos del área andina. No se encuentran manifestaciones culturales semejantes en ninguna otra parte del planeta. Ni siquiera en los Himalayas, donde las montañas sagradas eran adoradas desde las bases, pero no ascendidas hasta las cimas.



  Poco se sabe de la religión y los rituales incaicos en base a investigaciones arqueológicas. La mayor parte de la información ha sido obtenida de las crónicas y fuentes etnohistóricas. Casi no se conservan evidencias materiales de las prácticas cúlticas incaicas, debido a que en las feroces campañas de “extirpación de idolatrías”, los misioneros del siglo XVII destruyeron sistemáticamente los templos y los objetos relacionados con el ritual y construyeron iglesias sobre los templos. Los santuarios de alta montaña no fueron alcanzados por el fervor destructivo de los extirpadores de idolatrías, y por ello constituyen emplazamientos privilegiados, en los que se conservan evidencias materiales únicas de los sacrificios y ofrendas efectuados por los incas.   



  La excelente preservación de los materiales orgánicos (textiles, cadáveres humanos) en el frío y seco ambiente de la alta montaña, ofrece oportunidades únicas para el estudio de distintos aspectos de las sociedades del pasado prehispánico, que conciernen a la Historia, la Paleobotánica, la Arqueofauna, la Paleopatología, la Bioarqueología, entre otras especialidades para las que la evidencia arqueológica procedente de las cumbres constituye una fuente insustituíble de información.   Los valiosos tesoros arqueológicos de los santuarios de alta montaña están en inminente peligro de perderse para siempre, como consecuencia del accionar de buscadores de tesoros y huaqueros. Casi todos los santuarios de altura exhiben indicios de intentos de saqueo, que en muchos  casos ha terminado en una completa destrucción del sitio. El ejemplo del Nevado de Quehuar (6.130 m.), con un cuerpo congelado explotado con dinamita y su ajuar saqueado, constituye una triste advertencia del destino que aguarda a los santuarios de altura. Se estima que en menos de dos décadas, gran parte del patrimonio cultural de alta montaña en los Andes puede terminar irremediablemente perdido. La investigación científica y la concientización masiva son los principales caminos para prevenir la tragedia...



  Es el sincero deseo de quienes amamos los Andes, sus montañas y su gente, que el estudio de los santuarios de altura sea un camino para valorar y apreciar aquello que la cultura andina y su tradición tienen para enseñarnos.

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