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Artículos Culturales
EL SALTEÑO - IDIOSINCRACIA Y PARTICULARIDADES

Por Diego Conejo Castellanos

los habitantes de nuestra Provincia se los conoce por sus hábitos, creencias, conductas que le otorgan un carácter peculiar respecto de otros connacionales. Podríamos interrogarnos: ¿cuáles son las características dominantes de los salteños?, ¿nuestra sociedad preserva aquellos atributos que distinguieron cabalmente a nuestros ancestros?, ¿la comunidad en la que estamos insertos cuenta aún con cualidades relevantes como el ingenio, en una peculiar dosis de humor y hospitalidad, que tanto subyugaron a quienes visitaron la tierra gaucha tiempo atrás? ¿sobrevive entre los diversos sectores de nuestra comunidad aquél tesón y arrogancia capaces para emprender nuevos desafíos a favor del "proyecto sugestivo de vida en común". Mencionado por el célebre pensador español Ortega y Gasset?

Muchos de nuestros antiguos visitantes -familias enteras incluso - conservaron por siempre anécdotas de personajes que honraron con su personalidad al genuino tipo criollo, señorial por sangre y convicción; al hombre ilustrado poseedor de una sólida formación intelectual, como también de aquél entregado a las tareas de campo, pero cuyo apego a su tierra como la lealtad hacia su patrón, no se generó por intimidación ni vasallaje, sino porque ambos entablaron vínculos basados en el respeto mutuo. Don Juan Carlos Dávalos en su libro el "Viento Blanco" al describir al personaje central de su obra relataba la relación que tenía el dueño del campo con sus peones: "... Lo respetaban porque siendo superior a ellos, los trataba de igual a igual, con afecto de amigo" y reforzando sus dichos lo definió "toda su persona era franqueza; sus grandes ojos negros expresaban perspicacia y lealtad. Era hidalgo de raza y gaucho por educación y temperamento".

Hacia mediados y fines del Siglo XIX, como al inicio del XX aquella silenciosa y rutinaria ciudad aldeana abrió sus brazos a diversas corrientes inmigratorias, que fruto de su tesón y laboriosidad, poco a poco se incorporaron en los diversos ámbitos de nuestra provincia; en su mayoría aquellos nuevos comprovincianos al afincarse en estas tierras constituyeron sus hogares. De su seno surgieron destacados profesionales, comerciantes, agricultores, hombres del pensamiento, evidenciando de ese modo su auténtica voluntad de superación.

Salta contó con hombres que por su innato ingenio y creatividad hicieron del humor un rasgo que resplandecía en cualquier ámbito en donde estos personajes les cupiera actuar, entre otros Nicolás López Isasmendi, Juan Carlos Dávalos, Guillermo "Ucururo" Villegas, Julio Díaz Villalba y Guillermo Usandivaras, fruto de una sociedad de por sí "machista"; no por ello sus dichos los hacían perder el recato ante la presencia femenina. Los versos humorísticos eran publicados en diarios, en otros casos eran editados por su autor o sus amigos, muchos quedaron entre miembros de sus familias o relaciones más cercanas, pero ese caudal insuperable de genialidad, jocosidad, que daba lugar al encuentro en la mesa con amigos fue algo que enorgulleció a nuestra sociedad.

Podría consignar innumerables anécdotas, razones de espacio me lo impiden: por ello me remitiré a evocar a una pintoresca mujer salteña, quien siempre hizo gala de simpatía, a la vez que fue poseedora de una gracia y agudeza indiscutibles, me refiero a Laura Alvarado Figueroa, más conocida como la "Chata". En vísperas de la inauguración del monumento Gral. Martín Miguel de Güemes, durante la presidencia de nuestro comprovinciano el Gral. Dn. José Félix Uriburu y en ocasión de haberse registrado un prolongado atraso en el pago de los haberes, los docentes se movilizaron en reclamo de una manera insólita. Encabezados por la "Chata" dirigieron el siguiente e ingenioso telegrama al Gobierno de la Nación, cuyo texto fue muy conciso y pleno de ironía: "Maestras desnudas, Güemes encima", refiriéndose a la imposibilidad a participar de dicha celebración

Dr. Gustavo "Cuchi" Leguizamón

Y cuando hago referencia a esta clase de humor y a las demás características de los salteños de antaño no me remonto a una Salta de la "era paleozoica", ni tampoco a la imagen de una sociedad perfecta. Su escala de valores, muchas veces tildada de "hipócrita", constituía uno de los últimos vestigios en los cuales se sustentaban las creencias y los fundamentos que nos posibilitaron crecer como provincia.

Nuestra tierra se conformó como sociedad hace más de cuatro siglos y en su espíritu permanecen latentes muchas de las raíces que le dieron vida; frente a un mundo trastocado por vertiginosos cambios, el salteño lógicamente va adaptándose a ellos inexorablemente. Bueno sería que tan sólo supiésemos resguardar aquellos cimientos y tradiciones -no por el simple hecho de mantenerlos en estado de conservación- sino en procura de un objetivo más fundado: defender y afianzar nuestra identidad.

No se quiere lo que no se conoce - no se defiende lo que no se quiere...
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