Volver Mapa del Sitio
Ana María Parodi

ómo expresar un pensamiento acerca del Bicentenario de nuestra patria y de gran parte de América Latina? Cómo hacerlo brevemente, en síntesis, sin divagaciones? IMPOSIBLE.

Un pensamiento es generador de otro, y el próximo y el siguiente y... 200 años! la vida transcurre en un solo sentido: hacia adelante, pero inherente a ella es la memoria, desde allí se revisan y califican los sucesos entre las luces y las sombras, los blancos y los negros... siempre desde una mirada que generalmente ignora los claroscuros y grises de las transiciones, para instalarse en uno u otro extremo.

Como integrante de la generación "complicada" de la segunda mitad del sigloXX, creo que los extremos han constituido gran parte de la historia que uno intenta reconstruir en la memoria personal; cada camino fué marcado con su propio fuego y en el devenir de los tiempos, en el inmenso escenario del mundo actual, el "fresco" Discepoliano adquiere cada vez más vigencia. La relatividad anuló la contundencia de los extremos, la relatividad reina y transforma los juicios de valor en un acertijo lúdico que minimiza y desdibuja los valores que supimos conseguir.

Ni todo tiempo pasado fué mejor, ni todo tiempo contemporaneo es una panacea de la modernidad, o posmodernidad, si lo prefieren.

Cuando pienso en la pluma y el tintero de San Martín o Belgrano o Sarmiento, paso revista por la pluma fuente, la birome, mi antigua Remington y este procesador que me permitirá en cuestión de segundos, lograr que este pensamiento sea leído por el editor, entonces las bondades del progreso son innegables y los milagros tecnológicos aparecen en el pensamiento indiscutibles: como sería hoy, mi vida sin ellos? tal vez sirva esta reflexión para resumir el contexto; pero ello me lleva irremisiblemente a otro pensamiento y el concepto de "comunicación" me provoca otro viaje controvertido a los extremos de la esencia humana, y la tentación de emitir otro juicio de valor me seduce, aunque debo abstenerme. 

Si intento recorrer la historia desde el Circo Criollo a las nuevas tendencias con dramaturgia del actor, pasando por los obras clásicas argentinas y universales, mi pensamiento sobre el Bicentenario de la Patria, construye escenarios donde los ciudadanos argentinos hemos armado cada pieza, cada cuadro, cada acto, desde la fragilidad de un idealismo generacional que tal vez, no supimos preservar, ni transmitir, ni enseñar, ¿bajamos los brazos? la búsqueda del estado de bienestar nos llevó al templo de un dios que ignora la dignidad de la vida?

Me sitúo en las figuritas de San Martín, del Gral. Belgrano o Guemes, de la cordillera o de los márgenes del Río Juramento que aparecían coloridas y gloriosas en nuestros libros de lectura o manuales de texto (y hasta el día de hoy, me paro con los pies juntos, el libro sobre la mano izquierda y paso las hojas con la derecha como me enseñó mi señorita Dorita Torena); desde las láminas del aula  nuestros héroes siempre fueron  de cartón , puros, incorruptibles, perfectos; sin necesidades humanas, ni pasiones personales? Entre muchas otras preguntas sobre sus vidas de seres humanos, trato de imaginarlos interactuando con los dirigentes políticos en nuestra Argentina de hoy. No puedo. A mi, me enseñaron otra cosa.

Y tal vez por pertenecer a "la generación complicada", pos guerra, revolución industrial, salvada por la vacuna de Savín,  desorientada por los rojos y los azules, vapuleada por 30 años de golpes institucionales, las izquierdas y derechas que en el contexto del mundo devenian en subcategorias marxistas, leninistas, fascistas, trotzkistas, socialistas, y demonizados comunistas; la amenaza del boton rojo, la guerra fría;  generación diezmada por la más feroz dictadura, reprimida y amenazada por el SIDA y el cáncer; generación de derechos humanos,  televisión, satélite, feminismo, control de la natalidad, aborto,  corrupción, velocidad, viajes al espacio, pedofilia clerical, y masacrada por los apocalípticos desastres naturales, me sigo preguntando: ¿donde está el hombre? donde quedó la cultura del trabajo?... la palabra de honor? ... la ética? ... el honor... la buena educación... el respeto? 200 años!!! aplaudo entusiasmada las nuevas maravillas científicas y tecnológicas del mundo; pero humanamente no hemos avanzado paralelamente.

Seguramente no soy muy original en esto: humildemente pienso que reconstruir los valores inherentes al desarrollo humano y espiritual del hombre, es el único camino hacia la reconstrucción de un mundo más justo, moral y ético, donde la igualdad de oportunidades, no sólo sea un discurso procelitista sino una realidad donde cada uno asuma el papel que le corresponde, como en una inmensa puesta en escena donde cada quien es indispensable para poder abrir el telón; "el teatro puede ser una ficción, pero jamás una mentira"  200 años!! ¿ahora que?.    

ANA MARIA PARODI - DNI 6.194.688 
[email protected]
[email protected]
Tel: 0387 - 4270166 - 387 4028476
Cuando hayas  cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer. La tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos. Cuidémosla!!!!
"No se puede defender lo que no se ama, y, no se puede amar lo que no se conoce".

 

 
EDI-Salta 2014 en el Bicentenario de la Patria
Todos los derechos reservados portaldesalta 2010/2016