A los 22 años, Laura Cruz se convirtió en la primera salteña en egresar como ingeniera nuclear.
Vivió su infancia en el barrio Miguel Ortiz, hizo la primaria en la escuela San Francisco y la secundaria en el Padre Tommassini. Ingresó en la UNSa, donde comenzó sus estudios en ingeniería y terminó en el Instituto Balseiro, en Bariloche, donde se especializaría en ingeniería nuclear.
A los 15 años comenzó el Taller Física al Alcance de Todos, dictado por el profesor Daniel Córdoba, donde orientaría su interés gracias a los incentivos recibidos durante el curso. Hace un tiempo, Cruz contaba que los días de estudio y trabajo se hacían largos y difíciles, con jornadas que comenzaban a las 8 30 y terminaban a las 19, pero que gracias al constante incentivo de sus profesores del Balseiro, que son apasionados de sus trabajos, logró encontrar motivación y finalmente se recibió, tras ser aprobado el trabajo final sobre producción de radioisótopos.
Eespecializada en el área de neutrónica de reactores de investigación. Realizó el cálculo de diferentes variables del reactor, participando en proyectos de importancia nacional e internacional. Por otro lado, también se apasiona profundamente la investigación en el área de producción de radioisótopos (específicamente producidos en reactores nucleares) ya que es un área con mucho potencial, en proceso de desarrollo en el país y por el gran impacto puede tener en la salud de las personas. Para obtener una mejor comprensión del tema desde una perspectiva biológica y médica, realizó una maestría en física médica. Esta carrera le dotó de los conocimientos necesarios para trabajar en un centro médico de gran importancia en Argentina, y tanto la tesis de grado como de posgrado se centró en esta área de investigación.
